Atraer inversión extranjera directa ha sido un elemento fundamental del crecimiento de Costa Rica. El año anterior, la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó una reforma para eximir el pago del impuesto sobre la renta al ingreso de cualquier clase de fuente desde el extranjero, lo que le permitió al hermano país cuadriplicar, en el año precedente, la llegada de inversión extranjera, al tiempo que el empleo crecía en un 3,9 por ciento.

El lunes anterior, en una reunión en San Pedro Sula, la embajadora de los Estados Unidos enfatizaba en la prioridad que es enfocarse en crear las condiciones para atraer inversión al país y generar más fuentes de empleo.

Mientras nos quedamos a la zaga en la región en el indicador de generación de climas propicios para las inversiones, nacionales y extranjeras, Guatemala implementó en 2023 la nueva ley de atracción de capitales, a través de la cual le brinda certeza de 10 años, mínimamente, a los inversionistas extranjeros y a los flujos de inversión potenciales en los que el país de la eterna primavera pueda atraer recursos productivos... el resultado de las políticas públicas y de una visión de país enfocada en prioridades y agendas de bienestar colectivo.                                                   

…políticas públicas y una clara visión de país, lo que le permitió a Costa Rica en el primer trimestre de este año, lograr un histórico crecimiento de 42 por ciento en inversión extranjera, mientras en Honduras, quitando más bien los incentivos que atraen los capitales foráneos, la inscripción de nuevas empresas disminuía en 10 por ciento en comparación con el 2023.

Lo que nos impide como país replicar los exitosos modelos de las naciones vecinas tiene una explicación en las variables y factores que alejan de Honduras a los capitales foráneos: las inestables condiciones macroeconómicas generadas por el clima de incertidumbre política, social y regulatoria que la clase gobernante de turno sembró a través de las últimas tres décadas de supuesta democracia sostenible.

La embajadora de los Estados Unidos lamentaba, además, que teniendo recursos humanos calificados y unas ventajas comparativas respecto a otras naciones, no podamos propiciar ese ambiente proclive a los negocios, con un país y un gobierno abierto al comercio exterior.

Las garantías de protección de las inversiones, nacionales o extranjeras, siguen siendo frágiles. El último recuento del sector empresarial organizado sobre las invasiones de tierras privadas superaba las 66 mil hectáreas, 20 mil más respecto a las 45 mil hectáreas en manos de invasores de oficio reportadas en el 2023. 

Y si a todo eso le sumamos la falta de transparencia, la escasa previsibilidad institucional, una burocracia ineficiente contaminada por el nepotismo, una carpeta de regulaciones opacas, y altos costos operativos, que Dios entonces se apiade de los hondureños.