Manchester United cayó ante su afición este sábado 1-2 frente al Crystal Palace. Está lejos del nivel que un día le encumbró, estancado desde el adiós de Sir Alex Ferguson, frustrado por la política de una directiva que apenas ha acertado con sus decisiones.

Lindelöf cometió un error que supo aprovechar Ayew para silenciar Old Trafford con el 0-1. No encontró la paridad el United pese a someter a su rival de turno, que aguantó las embestidas permanentes hasta el descanso.

Le entraron las prisas en el segundo acto a unos diablos rojos rejuvenecidos y que otra vez desde los once metros tuvieron la oportunidad de empatar pero erró Rashford, aunque la persistencia les dio la paridad 1-1 gracias a un golazo del joven James.

La alegría duró poco a los locales ya que el Crystal Palace en el cierre del compromiso logró convertir el 1-2 definitivo por intermedio de Van Aanholt, quien apoyado en el despiste garrafal de De Gea, hiciera saltar la sorpresa. El mismo United de siempre.