He aquí cinco pasos para defender su independencia y crecimiento a medida que avanza en su carrera:

PASO 1: ELIJA CUIDADOSAMENTE

En general, es importante elegir sus batallas sabiamente. Para empezar, considere los factores clave subyacentes de las preocupaciones que tiene, en lugar de sólo sus síntomas; en qué puede ayudar realmente su gerente y qué tipo de ayuda podría ser necesaria; y los elementos prioritarios frente a los elementos secundarios que pueden discutirse más adelante.

Dependiendo de su relación, también podría ser útil informarle a su gerente con anticipación que necesitará su ayuda para resolver un problema o que desea plantear algo importante o delicado. Esto evita tomarlos por sorpresa y prepara el escenario para una reunión constructiva.

PASO 2: PREPÁRESE

Escriba y practique sus puntos de conversación con anticipación para sentirse cómodo con ellos. También considere cómo su gerente podría recibir sus comentarios. ¿Cómo reaccionarán? ¿Qué dirán? Visualice y planifique sus posibles respuestas cuando practique sus puntos de conversación.

Este tipo de preparación puede ayudarle a hablar con claridad y potencialmente aliviar el nerviosismo en el momento de la reunión. Las investigaciones han demostrado que la visualización del rendimiento puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar la expresión .

PASO 3: COMIENCE BIEN

Inicie la conversación con el pie derecho para asegurarse de que sus comentarios sean bien recibidos. Intente ser optimista, ya que los estados de ánimo pueden ser bastante contagiosos. El lenguaje corporal positivo, como sonreír y un contacto visual suave, también pueden ser de gran ayuda.

Confirme que su gerente esté dispuesto a escuchar sus comentarios y muestre gratitud por su disposición a hacerlo. Las expresiones de gratitud son un ejemplo de cómo mostrar deferencia a través de su discurso, lo que los investigadores creen que puede influir en cuán receptivo es su gerente a sus solicitudes de ayuda.

PASO 4: DEMUESTRE COMPOSTURA, CURIOSIDAD Y VOLUNTAD PARA ADAPTARSE

Al navegar la conversación, mantenga la compostura lo mejor que pueda. Aquí es donde deja claro si está solicitando la ayuda de su gerente o simplemente está diciéndole algo importante. Continúe siendo consciente de su tono.

Después de compartir sus comentarios, escuche atentamente la respuesta de su gerente. Sea curioso y muestre su compromiso haciendo preguntas de sondeo y aclaración. Reconozca la perspectiva de su gerente, incluso si no está de acuerdo con él.

Las emociones negativas pueden causar interrupciones en la comunicación, así que trate de mantener una actitud positiva y concentrarse en trabajar hacia un terreno común.

Si ha presentado un problema que debe resolverse, venga a la reunión con posibles soluciones en mente. La investigación ha demostrado que los trabajadores son vistos como más competentes cuando tienen soluciones potenciales preparadas en el momento de comunicar un problema a su gerente.

Si su gerente sugiere revisiones a la solución propuesta, esté dispuesto a adaptarse y hacer concesiones razonables. La paciencia y la perseverancia a lo largo de este proceso los llevarán a usted y a su gerente a una solución mutuamente deseable.

PASO 5: MANTENGA EL IMPULSO

Al finalizar la reunión, es importante mantener el impulso que generó durante la discusión. Si solicitó la ayuda de su gerente durante la reunión, verifique las acciones que se asignaron durante la reunión y aclare sus próximos pasos.

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