El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó fuertemente este martes a la cabeza del Banco Central, Roberto Campos Neto, por no bajar los tipos en el país y señaló que al directivo le falta autonomía y trabaja para "perjudicar" al país.

"Sólo tenemos una cosa que está mal en Brasil en este momento, es el comportamiento del Banco Central, eso es algo que está mal, señaló Lula, durante una entrevista radial a la emisora CBN, de la cadena Globo.

Según el mandatario brasileño, el presidente del organismo emisor "no demuestra ninguna capacidad de autonomía", "tiene un lado político" y "trabaja mucho más para dañar al país que para ayudar", porque no hay una explicación para que la tasa de interés básico anual esté tan alta.

Las declaraciones de Lula se dieron un día antes de que el organismo emisor defina la nueva tasa básica de interés para el país, que según los expertos del mercado se mantendrá en el 10,50 % anual, frenando así los cortes consecutivos que venía realizando desde agosto del año pasado.

De hecho, en marzo pasado, cuando ordenó un corte de 0,25 puntos, el Banco Central comenzó a desacelerar el ritmo de disminución del costo del dinero, ya que venía promoviendo cortes de medio punto, para ayudar a frenar la inflación, que se ubica en el 3,9 % en el interanual.

La tasa básica de intereses en Brasil está en su menor nivel desde agosto del año pasado cuando llegó a ubicarse en el 13,75 % anual.

No obstante, desde que comenzó su tercer mandato en enero de 2023, Lula ha promovido una reducción más drástica de los tipos "para que la economía del país vuelva a crecer" y se ha regado en críticas frente al actual presidente por su gestión.

Durante la entrevista, el mandatario brasileño también cargó contra actitudes "políticas" del directivo del Banco Central, quien se ha mostrado cercano al Gobernador de São Paulo, Tarcicio de Freitas, un aliado del expresidente Jair Bolsonaro y quien suena como candidato para asumir la jefatura del país.

Incluso llegó a compararlo con Sergio Moro, "un paladín de la justicia con el rabo atado a compromisos políticos".

El exjuez puso a Lula tras las rejas y dejó la magistratura para unirse al Gobierno de Bolsonaro, el mayor rival político del líder progresista.