Esto surge como respuesta al trabajo de Radio HRN titulado "Corrupción, mora judicial e infiltración de la criminalidad: los sellos de las cárceles hondureñas".

En una comunicación para el Diario Matutino de fin de semana, el experto indicó que: "No he observado ningún cambio en la situación de los centros penitenciarios en Honduras. Parece que todo se enfrió a raíz de las últimas crisis suscitadas. Se continúa en las mismas condiciones; no hay voluntad y hay una clara ausencia de una política criminal".

Con respecto a las cárceles dirigidas por militares, enfatizó que "no es adecuado que personal en condición de retiro de la vida militar esté dirigiendo los presidios, ya que no tienen la formación necesaria. El sistema penitenciario debe ser liderado por personas preparadas y formadas de manera profesional, expertos en criminología".

Sosa señaló que mientras no se tome la decisión de romper las estructuras del crimen organizado con conexiones en el Estado hondureño, nada funcionará.

Además, recordó que el gobierno de Bukele en El Salvador decidió cortar toda relación con las pandillas y maras, implementando un plan denominado "control territorial" que recuperó el control y la disciplina.

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En el caso de Honduras, recomendó al gobierno un plan a nivel ejecutivo para detener las estructuras de crimen organizado y pandillas a nivel nacional, junto con una revisión de quienes están a cargo de la justicia, seguridad y centros penitenciarios.

Cárceles del crimen

En relación con estos temas, Migdonia Ayestas, directora del Observatorio de la Violencia de la UNAH, también se pronunció, indicando que en Latinoamérica, y especialmente en Honduras, las cárceles son "escuelas del crimen".

"Las cárceles son escuelas del crimen, donde no solo los privados de libertad cometen crímenes, sino que también se ven involucradas las autoridades de los centros. En las cárceles se planean homicidios y extorsiones", subrayó.

La experta en criminología afirmó que el problema radica en que la política integral de seguridad no está funcionando.

"En Honduras, las muertes están relacionadas con el crimen organizado nacional e internacional, lavado de activos, narcotráfico, robo de vehículos, tráfico de drogas y armas, entre otros. Honduras se está convirtiendo en un productor de droga", concluyó.

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