No hay muchas probabilidades de que se incremente la frecuencia con que es distribuida el agua potable en la capital, advirtieron hoy las autoridades del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA).

De acuerdo con lo que han explicado los técnicos de la institución, todo dependerá del volumen de las lluvias que se registren en las próximas semanas.

Bajo la hipótesis que las precipitaciones se produzcan de manera torrencial hasta el 31 de octubre o hasta el 10 de noviembre, el calendario de entrega podría ser revisado.

Sin embargo, todo indica que las lluvias cesarán el 25 del mes en curso. Esta condición obligaría a mantener los racionamientos en el suministro del vital líquido para hacerle frente al período de sequía del próximo año y que se espera sea intenso.

El nivel actual de Los Laureles ha llegado a su capacidad máxima, pero La Concepción apenas ha llegado a una tercera parte de su lectura techo.