Sobresale el expediente de un técnico que en 2019 se llevó   865,000 lempiras en compensación por tareas al margen de sus ocupaciones regulares.

Tupidas redes de corrupción se han tejido en la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE).

Las mafias han hecho su trabajo en la institución. Estos hechos "vergonzosos" han sido desnudados una vez más a través de los informes acerca de los irregulares y abusivos pagos por horas adicionales de trabajo.

La Comisión Interventora de la estatal eléctrica ha revelado condenables casos de empleados y funcionarios que han sido beneficiados con desmedidas sumas en concepto de labores supuestamente desempeñadas en horarios extraordinarios.

Dentro de estas planillas, sobresale el expediente de un técnico que en 2019 se llevó 865,000 lempiras en compensación por tareas al margen de sus ocupaciones regulares.

Este privilegiado burócrata, cuya identidad aún no fue revelada, devengó en mayo del año pasado más de 91,000 lempiras por horas extraordinarias de trabajo, además de su salario base de 29,300 lempiras.

Y en noviembre, recibió nada más y nada menos de 111 mil 947 lempiras por labores desempeñadas fuera de su horario, según lo precisado por los interventores de la ENEE.

El lunes trascendió, asimismo, el caso de un "asistente" a quien le fue entregada una cantidad superior a los 70,000 lempiras sobre su remuneración mensual de 21,000 lempiras mensuales.

No son los únicos casos de su tipo que han sido detectados en la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, pero son los más representativos del festín que se ha hecho con los limitados recursos de la entidad.

De acuerdo con lo establecido por quienes llevan la misión de rescatar la ENEE, al menos 137 empleados y funcionarios absorben seis millones de lempiras cada mes en calidad de ocupaciones presuntamente desarrolladas en tiempo al margen de su horario.

Para este cometido se hizo uso de la planilla que estaba prevista para cubrir los egresos por servicios públicos. Al final, este renglón fue manoseado y entregado a un grupo selectivo que ha gozado del pago abusivo de horas adicionales de trabajo.

Un informe elaborado hace unos años por el Tribunal Superior de Cuentas y fundamentado en investigaciones de la gestión 2007-2010, enumera al menos 22 irregularidades.

Entre estas anormalidades, figuraban el despilfarro de 138 millones de lempiras que terminaron en las arcas de los desarrolladores de proyectos de energía térmica y otros nueve millones para empresas inexistentes.

También salió a relucir en aquel entonces, el caso de un empleado que recibió cinco millones de lempiras en ocho meses sin realizar trabajo alguno; además, la no depuración de las cuentas por cobrar a los altos consumidores y el aumento de mil millones en la deuda por mora de la empresa.

Pasados los años, la ENEE sigue siendo tomada como una "piñata". Su descalabro financiero, su desequilibrio administrativo y su falta de competitividad, son la consecuencia de la corrupción con profundas raíces.

La institución permanece invadida por clientes políticos. De hecho, los interventores han identificado que para un mismo cargo están contratadas hasta tres personas.

Los fondos han sido sustraídos para mantener "planillas fantasmas" y, encima, los generadores privados han logrado "provechosos negocios, gracias a su maridaje con ciertos políticos metidos en la ENEE.

La Empresa de Energía Eléctrica está afectada por las pérdidas técnicas y no técnicas, los compromisos desmesurados con los generadores y la falta de inversión en proyectos de expansión y de competitividad.

Los interventores se han comprometido a terminar con los tiempos de las "vacas gordas" para aquéllos que la tomaron como su "hacienda personal".