El temblor en uno de los párpados o la inflamación  de los globos oculares son algunos de los síntomas del estrés.

El estrés en los ojos puede manifestarse de diferentes formas entre ellas:

Cansancio ocular: al final del día se puede llegar a tener la visión borrosa porque la superficie de los ojos se seca.

Dolor en los ojos y en algunas zonas de la cara: esto es debido a una excesiva tensión en la articulación temporomandibular.

Contracciones involuntarias en el párpado: se deben a la activación del músculo de Müller. Este músculo contribuye a elevar el párpado superior y se activa por el sistema adrenérgico, que se exacerba en momentos de estrés, con lo que se puede notar el temblor en los párpados.

Recomendaciones para que el estrés no afecte tu visión

1 Humidificar el ambiente también es una medida importante. Los humidificadores modernos son cómodos y seguros, y, si los mantenemos limpios, pueden proteger mucho los ojos de la sequedad.

2. Evitar las corrientes directas de frío o calor (ventiladores o bombas de calor), ya que secan mucho los ojos.

3. Utilizar lágrimas artificiales sin conservantes puede ser una medida muy útil para prevenir el cansancio de los ojos al final del día.

4. Descansar la vista mirando a los lejos durante unos minutos o saliendo al exterior a dar un paseo varias veces al día.

5. Cuando se padece estrés se pueden producir episodios de pérdida brusca de visión, ante los cuales hay que acudir al médico de forma inmediata para descartar cualquier otra patología.

Fuente: Cuídate