Aquí tres cuestiones que probablemente figuren entre sus prioridades económicas si vuelve a la Casa Blanca:

- Aranceles y la guerra comercial con China -

"Cuando las empresas llegan y venden sus productos en Estados Unidos, deberían pagar automáticamente, digamos, un 10%", declaró el expresidente en Fox Business en agosto.

Los ingresos fiscales "se utilizarían para pagar la deuda", añadió, en una entrevista realizada por su antiguo asesor económico, Larry Kudlow.

Según la Organización Mundial del Comercio (OMC), los aranceles sobre las mercancías que entran en Estados Unidos alcanzan actualmente una media del 3,4%, con disparidades según el producto y el país de origen.

No está claro, sin embargo, si este "arancel universal del 10%" sustituiría o se añadiría al ya existente.

Esta "guerra comercial" sería el primer "elemento clave" de la política económica de Trump, explicó Marcus Noland, vicepresidente del Peterson Institute for International Economics (PIIE), en una entrevista a la AFP.

Le preocupa que esto "debilite aún más el sistema de comercio internacional" y "dañe aún más a la OMC".

Y con los consumidores luchando para hacer frente a la inflación, las subidas de aranceles podrían aumentar el precio de los productos importados.

China, en particular, es probable que siga en el punto de mira del expresidente.

"Hay muchas incógnitas", pero "Trump parece haberse concentrado en la guerra comercial con China", apuntó a la AFP Steven Hamilton, profesor de la Universidad George Washington.

- Reducción de impuestos -

Una de las principales medidas del primer mandato de Trump fue reducir los impuestos para muchos hogares y grandes empresas. Pero esta reforma expira en 2025.

"En mi opinión, la prioridad económica, si fuera elegido, sería consolidar esta reforma fiscal y construir sobre ella", dijo a la AFP Richard Stern, director de la Heritage Foundation, un panel de expertos republicano.

"Las piezas centrales de la agenda económica de Trump serán las guerras comerciales y las reducciones de impuestos", resume Ben Ritz, director del Center for Funding America's Future, una entidad que promueve la responsabilidad fiscal.

Trump "dirá que esto pone dinero en los bolsillos de los estadounidenses", asegura.

"Pero en realidad, sólo aumentará nuestra deuda, incrementará el costo de los préstamos, elevará los costes para los consumidores y probablemente nos aislará internacionalmente de nuestros aliados", advierte Ritz.

- Industrias verdes en peligro -

Los vehículos eléctricos y los paneles solares corren el riesgo de perder su brillo con Trump como presidente.

La Ley de Reducción de la Inflación (IRA), aprobada en el verano boreal de 2022, destinará 370.000 millones de dólares a las energías limpias. Es "probablemente la mayor iniciativa de (Joe) Biden", señala Hamilton.

Trump está decidido a reducirla y "maximizar la producción de combustibles fósiles", declararon asesores del republicano al Financial Times en noviembre.

"Esto estrangulará una floreciente industria de tecnología verde, que la IRA fue diseñada para estimular", lamenta Ben Ritz.

En el lado conservador, no obstante, la decisión parece justificada: "Incluso si su motivación es intentar luchar contra el cambio climático, lo correcto es deshacerse del IRA", afirma Stern, de la Heritage Foundation.

Para él, este plan "desperdiciará cientos de miles de millones de dólares" de dinero público y privado para apoyar "tecnologías que ya sabemos que no resolverán el problema".