La denominada operación "Veneratio" busca retomar el control del penal y el traslado de los internos a por lo menos ocho centros de reclusión del país. Comenzó minutos antes de las 05:00 hora local (08:00 GMT) con el despliegue de 1.100 militares y 1.218 policías, apoyados por bomberos voluntarios y personal de emergencias médicas.

En ese penal permanecían hasta el pasado viernes 2.842 reclusos, entre ellos 1.692 procesados y 1.150 condenados, según cifras del Ministerio de Justicia.

El director del hospital Rigoberto Caballero, David Torales, explicó a periodistas que un policía del grupo motorizado Lince llegó sin signos vitales al centro asistencial con una herida cortante en el cráneo.

El resto de los heridos, agregó el galeno, presenta heridas "muy diversas", como traumatismos, contusiones y principalmente impactos de bala. Tres de los policías debieron ser ingresados al quirófano.

El jefe del Departamento Antisecuestro de la Policía Nacional, comisario Nimio Cardozo, dijo a EFE que hasta el momento se contabilizan 14 heridos, dos de los cuales son militares y 12 agentes policiales.

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En medio del operativo fue capturado Armando Javier Rotela, el líder del llamado Clan Rotela, una organización que las autoridades paraguayas vinculan con el narcotráfico en el país.

El Clan Rotela tiene una fuerte presencia en Tacumbú, según expertos, tras desplazar a la banda criminal brasileña Primer Comando de la Capital (PCC).

"Es una operación nunca hecha en Paraguay", declaró Cardozo a la radio ABC Cardinal, e indicó que se trata de una acción planeada desde hace "bastante" tiempo.

El jefe policial señaló, citando "informaciones preliminares", que Rotela fue retenido en un espacio del penal llamado "Getsemaní", donde se había refugiado.

El oficial relató que, al parecer, trató de "usar una persona embarazada como escudo".

Cardozo confirmó que la persona no sufrió heridas, como tampoco Rotela.

El 13 de diciembre pasado, el titular de Justicia, Ángel Barchini, y el viceministro Nicora encabezaron una operación de registro en Tacumbú, durante la cual fueron incautados estupefacientes, armas de fabricación casera y hasta un gallo usado para riñas en el interior del penal. 

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