La súplica de los pacientes de cáncer se ha hecho escuchar de nuevo. Los enfermos oncológicos han demandado de nuevo la disponibilidad de fondos para la compra de medicamentos y el restablecimiento de los servicios especiales.

El drama es mayor en el Hospital San Felipe de Tegucigalpa, debido a que la máquina utilizada para el tratamiento de radioterapia está fuera de funcionamiento.

Asimismo, el acceso a los fármacos prescritos es muy limitada y la programación de citas no es un proceso diligente, ya que las personas diagnosticadas con cáncer deben esperar varias horas para presentar sus solicitudes y cuando, por fin, llega su turno, la cita es otorgada para muchos meses después.

Los afectados que han sido entrevistados por HRN aseguran estar conscientes que no tienen alternativa. Lo único que les queda es "retirarse a sus casas a morir".

Para mayor calamidad, tampoco existen reactivos para la práctica de exámenes y el espacio habilitado para la hospitalización de mujeres en estado crítico es reducido.

De acuerdo con lo declarado por miembros de la Asociación de Pacientes con Cáncer, ni las autoridades del centro asistencial ni los funcionarios de la Secretaría de Salud han mostrado interés en atender la crisis de este sector poblacional.

Diputados del Congreso Nacional que también son profesionales de las Ciencias Médicas han criticado a los funcionarios de la cartera ministerial de Salud por su pasividad e indiferencia.

En opinión de estos legisladores, las autoridades de dicha dependencia estatal históricamente se han destacado porque permanecen "sentados, sin actividad y sin consciencia de sus responsabilidades", mientras el sistema de salud pública colapsa.

Se estima que en Honduras son diagnosticados 30 casos nuevos de cáncer al día.