El café es un orgullo para los hondureños. Si hay cosas que nos hace sentir orgullosos es que somos el quinto país productor de café en todo el mundo. Se dice fácil, pero hay mucho esfuerzo, sudor, dolores de espalda, en miles de productores.

Desde hace varios años, el mercado ha castigado al café con precios injustos. Antes de la pandemia, el gobierno de Honduras realizó una especie de cruzada en varios foros del mundo para exigir mejores precios para el café.

El sector cafetalero también ha sido afectado por la pandemia. Con el objetivo de echar a andar la producción en las fincas de quince departamentos de Honduras, fue creado el Bono Cafetalero.

Ayer, el presidente Juan Orlando Hernández reveló que el Bono Cafetalero, con una inversión de trescientos millones de lempiras traducidos en 555 mil quintales de fertilizantes y asistencia técnica para mejorar la producción ha llegado a 87 mil 62 productores.

Además, se han destinado 200 millones de lempiras para el Bono de Solidaridad Productiva.

“El café se ha logrado posicionar como uno de los rubros de mayor importancia del país, del cual dependen cientos de miles de personas”, afirmó el gobernante.

“Este rubro es el más democrático cuando se trata de divisas que le entran al país; además, la calidad es reconocida en el mundo y genera alrededor de 1.5 millones de empleos en la época de cosecha”, expuso el presidente Hernández.