El resultado es producto de la diferencia entre 23,257.812 admisiones frente a 21,774.214 despidos en el mercado formal laboral del gigante suramericano.

Según la cartera, Brasil terminó el año pasado con un total de 49,928.023 trabajadores que cuentan con contrato formal de trabajo y todas las garantías laborales, lo que supone un 3.5 % más que los que había en diciembre de 2022.

La generación de puestos de trabajo fue positiva entre enero y noviembre, con su mayor pico en febrero (251.581). Pero en diciembre el saldo fue negativo, con 430,159 empleos perdidos.

Los datos del Ministerio señalan que todos los sectores registraron un saldo positivo en la generación de empleos en 2023, pero que el de servicios continuó a la cabeza, con 886.223 plazas generadas, un 4,4 % más que en 2022.

Le siguieron el sector de comercio (276.528), construcción (158.940), industria (127.145) y agropecuario (34.762).

São Paulo, Río de Janeiro y Minas Gerais, en ese orden, fueron los estados donde más se crearon puestos formales.

Ya el salario promedio en diciembre fue de 2,026,33 reales (413 dólares o 382 euros), con un aumento del 2 % frente al de diciembre de 2022.

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