Según Cenaos, se esperan condiciones secas en el sur, norte y occidente del país. Sin embargo, existe la posibilidad de lluvias débiles aisladas en zonas montañosas del norte y oriente, causadas por el viento del noreste, que transporta humedad desde el Caribe.
Por su parte, la Secretaría de Gestión de Riesgo y Contingencias (Copeco) declaró una alerta verde de 72 horas por frente frío, vigente desde el lunes 5 hasta el miércoles 7 de febrero. Se espera que las temperaturas aumenten y vuelvan a la normalidad el jueves.
En cuanto al pronóstico específico, se prevén lluvias débiles a moderadas en los departamentos de Colón, Gracias a Dios e Islas de la Bahía.
Temperaturas para este jueves
Se pronostican máximas de 28 °C y mínimas de 21 °C en el Caribe hondureño (Atlántida y Colón). En la zona norte (Cortés y Yoro) se anticipa un rango de temperaturas entre 29 °C y 18 °C.
Por su parte, en la zona occidental del país (Copán, Santa Bárbara, Lempira y Ocotepeque) se estima que las temperaturas podrían descender hasta los 9 °C, aunque predominarán máximas de 22 °C.
La zona nororiental (Olancho, Gracias a Dios y El Paraíso) experimentará máximas de 28 °C y mínimas de 24 °C, con pronóstico de lluvias. En la zona sur (Choluteca y Valle) se esperan máximas de 35 °C.
En la zona centro (Comayagua, Francisco Morazán y La Paz), las temperaturas mínimas alcanzarán los 11°C y máximas de 27 °C.
Finalmente, la zona insular, que incluye al departamento de Islas de la Bahía, experimentará mínimas de 23 °C y máximas de 27 °C.
Fenómeno de El Niño afecta a Honduras
El fenómeno de El Niño, caracterizado por el calentamiento de las aguas del océano Pacífico, se espera que tenga un impacto significativo en Honduras durante 2024. Este fenómeno climático podría provocar sequías prolongadas e intensas en áreas críticas para la agricultura, alterando así el patrón de lluvias estacionales y reduciendo las precipitaciones durante la temporada de lluvias.
Esto afectaría negativamente los ciclos de cultivo de alimentos básicos como el maíz y el frijol, resultando en una disminución de los rendimientos agrícolas, pérdida de cultivos y un aumento en la inseguridad alimentaria y nutricional. Se estima que aproximadamente 2.4 millones de hondureños enfrentarán inseguridad alimentaria aguda, con más de 2 millones en situación de crisis alimentaria y 352,000 en emergencia
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