A varias horas de su fallecimiento algunas amistades recordaron a la joven como una fiel militante del Partido Libertad y Refundación (Libre) y una amante de los tatuajes, ya que tenía alguno es su cuerpo que la distinguían.
Zepeda trabaja como enfermera auxiliar en el Hospital Regional de Santa Teresa en Comayagua; sus compañeros relataron a los medios locales que la joven tenía una enfermedad y sospecharon que por esa razón pudo perder la vida.
Sus conocidos la describieron como una persona que era feliz, llena de energía, y gustaba ayudar a los demás, por eso servía en el hospital.
Hasta el momento Medicina Forense no ha informado públicamente el origen de la muerte de la hondureña.
El hospital donde laboraba lamentó su muerte y la recordó como una empleada dedicada.
VEA AQUÍ: 'Las mujeres podemos': joven hondureña sin empleo decidió vender sombreros pintados por ella