La élite real global no solo simboliza el poder y la tradición, sino que también encarna una formidable influencia económica. Entre ellos, figuras como el Rey Maha Vajiralongkorn de Tailandia y el Sultán Hassanal Bolkiah de Brunéi destacan por amasar fortunas que eclipsan a muchos magnates de la industria y el comercio.

Según estimaciones recientes de The Business Standard, recopiladas por Visión Capital, diez monarcas conforman una elite cuya riqueza combinada roza los 135,000 millones de dólares, una suma que habla tanto de la longevidad de sus dinastías como de su habilidad para adaptarse y prosperar en un mundo moderno.

De acuerdo con información de La República, el Rey Maha Vajiralongkorn de Tailandia se sitúa en la cúspide de esta lista dorada, con una fortuna valorada en 43,000 millones de dólares (poco más de un billón de lempiras), originada principalmente de inversiones inmobiliarias en Bangkok, participaciones en cementeras y el banco más grande del país.

Desde 2016, el monarca ha asumido el control directo de sus activos, anteriormente administrados por el Crown Property Bureau durante ocho décadas, solidificando su posición como uno de los monarcas más ricos del mundo.

De su interés BCH anuncia que nuevos billetes de 100 y 500 lempiras sustituirán los que circulan en mal estado

Le sigue el Sultán Hassanal Bolkiah de Brunéi, cuya fortuna de 28,000 millones de dólares (unos 691,000 millones de lempiras) se ha forjado sobre la abundancia de gas y petróleo de su reino, recursos que constituyen la médula espinal de la economía bruneana y le han conferido una prosperidad extraordinaria.

Este sultán, conocido por su opulento estilo de vida, ejemplifica cómo los recursos naturales pueden transformar las arcas de un estado y la fortuna de sus gobernantes.

En un empate por el tercer lugar, con fortunas estimadas en 18,000 millones de dólares cada uno (unos 444,000 millones de lempiras), se encuentran el Rey Salman de Arabia Saudita y el fallecido Jeque Khalifa bin Zayed Al Nahyan de Abu Dhabi, este último sucedido por Mohamed bin Zayed Al Nahyan.

Ambos monarcas simbolizan la riqueza petrolera del Medio Oriente y su influencia geopolítica derivada.

La lista continúa con figuras como el Jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum de Dubai y el Gran Duque Henri de Luxemburgo, este último con una fortuna significativamente menor pero igualmente impresionante de 4,000 millones de dólares (unos 98,000 millones de lempiras).

Los príncipes y jeques de Liechtenstein (4,000 millones de dólares), Qatar (2,000 millones), Marruecos (2,000 millones) y Mónaco (1,000 millones), completan este exclusivo club de la realeza, cada uno con historias únicas de riqueza y poder.

(Artículo de Javier Álvarez con el apoyo de la Inteligencia Artificial).

Siga leyendo Libra de tilapia sufre leve aumento en su precio en mercado de SPS y el Distrito Central