El Elíseo indicó en un comunicado que los dos mandatarios mantuvieron este domingo una conversación telefónica en la que compartieron su "extrema preocupación frente al deterioro de la situación humanitaria ya catastrófica en Gaza y los obstáculos al envío de ayuda".

Insistieron en la "urgencia para aumentar drásticamente" esa ayuda, lo que pasa por "preservar" el paso de Rafah, entre Gaza y Egipto, pero también la apertura del puerto israelí de Ashdod como centro de abastecimiento, así como de una vía terrestre directa desde Jordania.

Al Sisi y Macron hicieron hincapié en "su firme oposición a una ofensiva israelí en Rafah, que conduciría a una catástrofe humanitaria de mayor amplitud".

Igualmente rechazaron "cualquier desplazamiento forzado de poblaciones hacia el territorio egipcio que constituiría una violación del derecho internacional humanitario y haría pesar un riesgo suplementario de escalada regional".

Observadores consideran que detrás de los anuncios de esa ofensiva está la voluntad de Israel de provocar una desbandada de los refugiados que fuerce la frontera con Egipto, para deshacerse de una parte de la población palestina con la que tendría que cargar de esa forma su vecino del sur.

En su conversación, los presidentes francés y egipcio reiteraron su convicción de que hay que trabajar en una salida de la crisis que necesita reactivar de forma "decisiva e irreversible" un proceso político que implicaría la llamada "solución de dos Estados" a la que ambos países tienen intención de contribuir.

Macron, que el viernes recibió en París al rey Abdalá de Jordania, repitió entonces que el reconocimiento de un Estado palestino no es tabú para Francia.

Este domingo, su gabinete quiso referirse a los esfuerzos del jefe del Estado francés para evitar que la guerra se propague, en particular al Líbano y al mar Rojo, "donde el riesgo de escalada supone una amenaza para Egipto". 

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