La situación más grave por la escasez de agua se registra en Francisco Morazán, Choluteca, Valle, La Paz y Olancho.

         La reserva actual en la capital, solamente alcanza para suministrar el vital líquido hasta la primera semana de mayo.

         La comunidad científica ha encendido las alarmas sobre el colapso de la biodiversidad y la crisis climática.

Si el año que recién concluyó, fue prolongado el período de sequía, lo que se avizora para 2020 es mucho peor.

La situación que se avizora ha sido calificada como "dramática" por parte de los expertos en cuestiones climáticas y por las mismas autoridades del país.

Los embalses de la capital tienen una lectura muy por debajo de los niveles de lectura mostrados el año pasado, razón por lo cual se presagia "lo peor".

Los Laureles alcanzan el 77 por ciento de su capacidad, unos 8.16 millones de metros cúbicos, mientras que Concepción registra el 41 por ciento, equivalente a 15 millones de metros cúbicos.

El Servicio Autónomo de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), advirtió que la reserva de agua únicamente alcanza para suministrar el vital líquido hasta la primera semana de mayo.

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La situación más grave por la escasez de agua se registra en el Distrito Central, Francisco Morazán, pero es igualmente patética la realidad que se vive en Choluteca y La Paz, en los departamentos del mismo nombre; en San Lorenzo, Valle; y en Juticalpa, Olancho.

En el caso del Distrito Central y las comunidades adyacentes, las autoridades locales han anunciado que la flota de cisternas para la distribución de agua será ampliada.

Y en lo que compete a otras comunidades donde tampoco hay agua potable para el suministro regular ni para propósitos productivos, las medidas acordadas están centradas en la instalación de más cosechadoras y la perforación de pozos.

La falta de agua, agudizada por el cambio climático, pone en verdadero riesgo a la población de las principales ciudades del país. Pese a ello, todavía no se ha tomado verdadera consciencia crítica.

Es imprescindible que la población tome conciencia del verdadero valor del agua, un recurso que cada día está menos disponible, han acentuado autoridades del país al anunciar un programa para enfrentar con urgencia la crisis.

Activistas ambientales han recalcado la necesidad de fortalecer un movimiento social que sacuda al país en torno a la preservación de los recursos del agua, bosque y suelo.

Los especialistas en materia agro-forestal han recomendado trabajar en áreas protegidas, ponerle un alto a los proyectos de urbanización en zonas cercanas a las cuencas e iniciar un proceso masivo de reforestación.

Los pronósticos son sombríos: Aunque el fenómeno de El Niño está en su fase neutra, se ha pronosticado que las temperaturas en la superficie del mar serán más elevadas que el promedio.

La comunidad científica ha encendido las alarmas sobre el colapso de la biodiversidad y la crisis climática. En 2020 el mundo tiene la oportunidad de impulsar una nueva agenda para frenar el calentamiento global y proteger a las personas y al planeta.