Algunos sectores proyectan que este año terminará con un crecimiento económico de entre 3.2 y 3.7 por ciento, pero –en cualquiera de estos casos- es insignificante. Honduras debería de crecer de manera sostenida en al menos 6 por ciento.
Se prevé, asimismo, que el año clausure con una inflación entre un 4.5 y 5.5 por ciento, influenciada por el incremento de los precios de los principales productos de consumo de temporada, entre otros factores.
La llegada de capital foráneo rozará, con suerte, los 700 millones de dólares al término de este año. Como se sabe, sin inversión no hay posibilidades de dinamizar la economía, ni de crear un ambiente fértil para la creación de puestos de trabajo.
En vez de abrir más empleos, las fuentes de ingresos se agotan. Se proyecta que 2023 concluirá con 90,000 puestos de trabajo perdidos, principalmente por la derogación de la Ley de Empleo por Hora.
Las exportaciones han seguido a la baja y la brecha comercial se ha profundizado. Hasta octubre de este año, las exportaciones se cuantificaron en 9,700 millones de dólares, en tanto que las importaciones llegaron a un poco más de 16,000 millones, lo que se traduce en un déficit de siete mil millones de dólares.
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Otro indicador que refleja que las dificultades económicas y financieras del país, es el de las reservas internacionales. Este monto ha continuado en descenso. Se sitúa en 7,487 millones de dólares, alrededor de 900 millones de dólares menos en relación con la cifra que estaba acumulada a diciembre de 2022.
Hay sectores que han llamado a ponerle mucho cuidado a la presión que puede ejercer la limitada disponibilidad de dólares sobre la depreciación del lempira.
Según las proyecciones del Banco Central, el lempira acumulará una pérdida de valor entre 0.5 y uno por ciento, lo que se traduciría entre 10 y 20 centavos.
La economía hondureña se ha mantenido este año en mayor estancamiento y menor dinamismo. Los expertos han insistido en que los desafíos del año entrante están relacionados con una mayor actividad productiva, más inversión, llegada de capital externo y creación de más empleos para elevar las condiciones sociales de la mayoría de la población deprimida.
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