Según lo informado por el Ministerio Público, la acción legal se basada en una denuncia interpuesta en marzo de 2023. Esta denuncia señalaba la existencia de olores desagradables en el centro educativo, atribuidos a la presencia de animales retenidos o en cautiverio.

Un grupo de especialistas de FEMA acudió al lugar para evaluar la situación de los animales y descubrió que la institución escolar no cuenta con la licencia necesaria otorgada por las autoridades pertinentes.

En el curso de la revisión, se notó que diversas jaulas estaban fijadas a los muros de los salones, incluso algunas ubicadas a 10 metros de los espacios donde se reúnen los estudiantes, y otra más próxima a la biblioteca donde estudian los alumnos.

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Una vez realizada la inspección, se advirtió sobre el riesgo de zoonosis, o sea, enfermedades infecciosas que se pueden transmitir de animales vertebrados a humanos.

Las especies identificadas incluían una guara roja, un loro verde, un tucán, un búho, una guatusa, tres mapaches y dos pizotes. Estos animales fueron reubicados en el centro del Comando de Apoyo al Manejo de Ecosistemas y Ambiente de las Fuerzas Armadas.

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