Acnur "está profundamente preocupada por la escalada de la crisis humanitaria en Cabo Delgado, Mozambique, mientras el reciente aumento de la violencia por grupos armados no estatales sigue obligando a miles de personas a huir hacia los distritos del sur en busca de seguridad", dijo en un comunicado William Spindler, portavoz de la agencia.

Según los últimos datos difundidos por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU, estos ataques se produjeron entre los pasados 22 de diciembre y 25 de febrero y más de un 60 % de los desplazados -más de 35.000 personas- eran niños.

Además, más de 33,000 de los afectados por el recrudecimiento de la violencia en distritos de Macomia, Chiure, Mecufi, Mocimboa da Praia y Muidumbe llegaron a cruzar a la vecina provincia de Nampula.

La ONU difundió las cifras después de que el Gobierno mozambiqueño alertara el pasado martes de que más de 67,000 personas se habían visto ya desplazadas, según detalló en rueda de prensa el portavoz del Ejecutivo, Filimão Suaze.

"Pero también estamos viendo un movimiento de algunas personas que están volviendo a sus lugares de origen, cuando las causas que los llevaron a huir se disipan", aseguró entonces Suaze, al descartar de momento la declaración del estado de emergencia en Cabo Delgado.

Esta provincia es el campo de batalla desde 2017 del grupo yihadista Al Sunnah wa Jamah (ASWJ), más conocido localmente como Al Shabab (aunque no guarda relación con el grupo homónimo de Somalia).

Los ataques de Al Shabab -identificado en 2021 por Estados Unidos como una "organización terrorista internacional" afiliada al Estado Islámico (EI)- han causado unos 4.920 muertos, incluidos más de 2,120 civiles, según las últimas cifras del Proyecto de Datos de Ubicación y Eventos de Conflictos Armados (ACLED).

La violencia yihadista ha dejado a más de un millón de personas en Cabo Delgado en situación de desplazamiento prolongado, alertó Acnur el pasado julio.

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