Esta situación tiene sus raíces en la controversia que rodeó la instalación de la Junta Directiva del Congreso Nacional, un proceso marcado por la imposición y la intervención del Ejecutivo, desafiando las normas democráticas y legislativas.

La inestabilidad se ve exacerbada por relaciones diplomáticas volátiles. El gobierno, proclamando una postura de no injerencia, ha mantenido una posición tibia sobre violaciones a los derechos humanos y conflictos internacionales, mientras enfrenta tensiones con Estados Unidos, su principal socio comercial y estratégico. Además, la abrupta ruptura con Taiwán ha generado preocupaciones adicionales.

La política interna no ofrece alivio. Promesas de campaña quedan incumplidas; reformas legales importantes, como la derogación de fideicomisos y cambios en la ley eléctrica, se han realizado sin análisis adecuado, alimentando percepciones de un entorno hostil a la inversión privada. La eliminación de la Ley de Empleo Temporal, sin alternativas claras, y una reforma fiscal mal fundamentada, han tensado aún más las relaciones con el sector privado y dividido a la sociedad.

El resultado es una incertidumbre económica, social y política palpable. El aumento en la demanda de dólares presiona el tipo de cambio y debilita la moneda nacional. La confianza de los agentes económicos se desploma, limitando la previsibilidad de las variables económicas y provocando una fuga de capitales.

El gran perdedor es el pueblo hondureño. La población sufre las consecuencias de una agenda económica que parece relegada a un discurso político polarizante, que divide a la nación y hace poco por generar empleo.

Es urgente que Honduras encuentre un camino hacia el diálogo y el consenso. Sin esto, el país se enfrenta a un futuro de estancamiento, mayor pobreza, inseguridad y una continua oleada de migración. La sensatez y el compromiso con el bienestar de la nación deben prevalecer sobre la división y el conflicto. Solo así, Honduras podrá superar esta crisis y construir un futuro próspero y estable para todos sus ciudadanos.