Es este tipo de cine, el que motiva a plantearse hacer películas basadas no solo en hechos reales sino también en “Ilusiones reales”, máxime en estos momentos cuando los problemas sociales nos agobian y nos tratan de hundir cada vez más.

Recientemente asistimos al preestreno de esta cinta maravillosa, por invitación del Embajador de Argentina en Honduras, Juan José Castelli.

Una película divertida que necesitas ver: “La Odisea de los Giles”
Juan José Castelli, Embajador de Argentina en Honduras junto a Darwin Mendoza, Cineasta Hondureño. Foto: Cortesía

Es de agradecer a todos los funcionarios de esta embajada hermana por los esfuerzos realizados por y para la Cultura y concretamente, por compartir estas producciones de alta calidad con nosotros.

A partir de esta semana, la película se encuentra en salas de cine comercial. Debemos valorar que nuestras salas de cine reproduzcan una película latinoamericana que logró a través Warner Bros, una distribución internacional. Generalmente, nos quejamos de no poder ver buenas películas, más allá de los éxitos de taquilla comercial en salas de cine.

Esta es pues, la oportunidad para ver no solo un buen film latinoamericano, sino un retrato sensible de una realidad social dura, acuciante y  lamentablemente generalizada para toda nuestra América.

Película escogida por Argentina para competir por una nominación en los Oscar y en los Goya del año que viene.

Es una expresiva película que nos pone en contexto con uno de los momentos más duros de la economía argentina, que devastó al país e hizo sufrir a los más necesitados de una forma brutal, a principios de este siglo, cuando se tomó una medida extrema en vista de la crisis que sufría el país sudamericano, que como ya sabemos, se le denominó “Corralito”.

https://youtu.be/ZP_o6GQaFW8

Esta película que viene de la mano de uno de los artífices de darle a Argentina otro Oscar por la Mejor Película de Habla no Inglesa, con el guión de “El secreto de sus ojos”, Eduardo Sacheri autor del libro “La noche de la Usina” -en el que está basada esta obra cinematográfica- es también guionista de esta historia hecha cine, con el acertado título “La odisea de los Giles”.

Con una dirección  notable de otro de los grandes del cine argentino que nos regaló hace algunos años “Un cuento Chino”, Sebastian Borensztein y además, un casting de lujo donde encontramos a los Darin, padre e hijo, en unos roles estupendos como siempre, acompañados de grandes actores emblemáticos como Luis Brandoni y Daniel Araoz y con una entrañable y soberbia acturación de Verónica Llinás y la participación especial de Valentina Cortese.

Esta Odisea cinematográfica se origina en el año 2001 y no deja de hacer un homenaje a la “Odisea 2001” de Kubrick ya que comienza con las notas melódicas, tranquilas y esperanzadoras del Danubio Azul para dar paso en tono de comedia a conocer el pueblo de Usina, donde lo más importante que les ha pasado es que uno de sus habitantes llegó a jugar un par de partidos en la liga nacional de futbol argentino.

La comedia nunca abandona la película y eso hace muy especial esta historia donde luego intervienen el género de aventuras, el drama, el de estafas a lo “Ocean´s eleven” y hasta un tono de western podemos encontrar.

Foto: Cortesía

Hay mucho que comentar después de ver esta película, yo solo quiero de momento resemblar, sin hacer spoiler alguno,  momentos destacados, los que más me gustaron de la cinta que son muchos y muy ligados al cine.

Primero en el comienzo de la película: ese amor que los personajes comparten por echar a andar un proyecto colectivo con mucha ilusión, una acopiadora de granos que funcione con una cooperativa. Esta primera parte de la película, rebosa de cariño y esperanzas; las que necesitamos mucho en estos momentos en toda nuestra Latinoamérica y a su vez, me recuerda mucho a un documental, también argentino, llamado “La toma”.

Por otro lado, un momento actoral especial de Verónica Llinás que está dispuesta a lo que sea por defender, con arma en mano, no solo a su marido sino la dignidad de los oprimidos más abandonados, de esos que la prensa no ve como víctimas porque ante la vista mediática no existen.

El cine dentro del cine cuando se hace referencia directa a la película Cómo robar un millón, del director  William Wyler.

Los momentos que nos dan los hermanos Gómez (Ale Gigena y Guillermo Jacubowicz) que son de los personajes más memorables por su nobleza y su sencilléz y, por supuesto, los momentos más explosivos que nos da el Loco Medina (Carlos Belloso).

Como toda buena película de aventuras, el final de suspenso y explosión que tiene la película, lo que encuentro muy motivante e inspirador como creador.

Espero que vayan a ver esta magnífica película y luego la comentemos.

https://youtu.be/1JmN3NybMDs