En Honduras los menores viven atrapados por la explotación laboral. El problema es alarmante y va en incremento sin que las autoridades hagan algo para hacerle frente, señalan los expertos abordados por HRN.

Hasta hace poco, 400,000 pequeños realizaban labores en diversos rubros, pero esta cifra se ha incrementado a 500,000 niños, cuyos derechos son violentados.

El fenómeno es más visible en las ciudades de Tegucigalpa, Francisco Morazán; San Pedro Sula, Cortés; La Ceiba, Atlántida; y Choluteca, en el departamento del mismo nombre.

Los estudios señalan que las zonas central y occidental concentran el mayor número de niños insertados en la actividad económica. Incluso, existen registros de menores que comienzan a trabajar desde los cinco años.

Los infantes hondureños se encuentran en un estado de indefensión muy marcado. Y esto es así, porque en el país, la problemática de los niños no es una prioridad.