Elementos de seguridad dieron detención a la señora Donatila Guerrero Orellana, por querer introducir un teléfono celular al centro penitenciario de Santa Rosa de Copán.

La señora pretendía lograr su cometido ocultando el aparato en un compartimiento falso que llevaba en una canasta, que a la vez quería despistar con alimentos que llevaba a su familair identificado como Juan Ramos Rodríguez.

Cuando se descubrió la acción se procedió a avisar a los cuerpos de la Dirección Policial de Investigación (DPI), que procedieron a poner a la orden del Ministerio Público (MP) a la fémina; en aplicación a la Ley de Limitación de las Comunicaciones en Centros Penitenciarios,

Dicha ley establece una pena de tres a cinco años de prisión, sumando una multa que puede rondar de 50 a 100 mil lempiras.