Los dos ciclones han llegado a formar un remolino gigante centrado al sur de Islandia, provocando vientos y precipitaciones en el noroeste de Europa.

Se combinan “en un complejo baile uno alrededor del otro antes de fusionarse en un monstruo atmosférico, con una presión de aire central mínima que podría clasificarse entre las tres tormentas más intensas jamás observadas en la tempestuosa Cuenca del Atlántico Norte”, señala The Washington Post.

Los meteorólogos británicos pronostican que la presión de aire de la tormenta este fin de semana se desplomaría a entre 916 milibares y 924 milibares.

La tormenta llegaría a ser una de las cinco más fuertes jamás observadas en el Atlántico Norte.

https://twitter.com/ActualidadRT/status/1228672580585971712?s=20