Este accidente, que tuvo lugar a orillas del río Higuito, en Santa Rosa de Copán, occidente de Honduras, dejó a su paso una dolorosa tragedia, con cinco personas fallecidas y varias heridas que luchan por recuperarse en el hospital.
El padre Ignacio, en su noble misión de brindar apoyo espiritual y consuelo, se acercó al lugar para orar por las almas de los migrantes que perdieron la vida en el trágico evento.
También dedicó sus oraciones a aquellos que están heridos y se esfuerza por sanar. Acompañado por miembros de la iglesia, el sacerdote rindió una emotiva misa en honor de las víctimas y sus familias.
En esta misa, el cura ofreció sus oraciones no solo por los migrantes fallecidos, sino también por el conductor del autobús, a quien preliminarmente se le culpa del accidente.
El trágico incidente involucró a un autobús que transportaba a más de 50 pasajeros migrantes que se dirigían hacia la frontera de Honduras con Guatemala. La tragedia tuvo lugar cuando el vehículo cayó en una hondonada y, como resultado, se precipitó al río.
Las labores de rescate fueron intensas, con el Cuerpo de Bomberos y otros rescatistas trabajando incansablemente para liberar a las personas atrapadas en los restos del vehículo.
La Policía Nacional también llevó a cabo investigaciones y determinó que el conductor había entregado la unidad a su joven asistente, quien lamentablemente perdió el control del autobús, ocasionando el accidente.
Aunque aún no se han confirmado las posibles fallas mecánicas del vehículo o si el conductor operaba bajo la influencia del alcohol, la comunidad se reúne en oración y solidaridad en medio de la tragedia.
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