Uno de los peores incendios forestales de los últimos tiempos podría acabar con miles de animales existentes y nuevas especies en la región amazónica brasileña.

Los focos de fuego podrían terminar con la existencia de 2.1 millones de kilómetros cuadrados de áreas protegidas de la zona, y con 3.7 millones de kilómetros cuadrados de bosques.

Asimismo perjudicar más de un millón de kilómetros de agua dulce, y acabar con 350 grupos indígenas.

Se podría perder el 10 por ciento de la reserva mundial de carbono almacenado y más de 2,500 especies marinas.

Los focos de fuego en todo el país en lo que va de este año superan en un 83 % a los del mismo período de 2018. Según medios locales de Brasil.

Muchos grupos ecologistas sostienen que las llamas son producto de la acción del hombre y, en particular, de hacendados alentados por la intención del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, de avanzar en la explotación de la región amazónica en los flancos de la minería y la agropecuaria, que ya le ha causado fricciones con Alemania y Noruega.

En un informe difundido, el INPE precisó que entre el 1 de enero y el 18 de agosto ha registrado 71.497 focos de incendio en el país y que un 52,5% se sitúan en la región amazónica.

El Ministerio del Medio Ambiente ha atribuido esa situación a una vasta sequía en las regiones norte y centro oeste del país, pero las organizaciones defensoras de la Amazonía tienen otra opinión

Los Gobiernos de Bolivia y Paraguay trabajarán mancomunadamente en el combate de los incendios forestales que se registran cerca de la zona fronteriza entre ambos países, así lo informó el ministro de Medio Ambiente y Agua, Carlos Ortuño.