La situación de las instituciones de servicio público no podía ser más calamitosa. Los peores balances lo muestran las empresas Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) y de Telecomunicaciones (HONDUTEL).

Las finanzas de la estatal eléctrica reflejan un desequilibrio que no ha sido posible reducir; todo lo contrario, se ha profundizado de tal manera que al término de 2019 las pérdidas alcanzarían los 5,000 millones de lempiras.

El déficit acumulado sobrepasa los 52,000 millones de lempiras a octubre de 2019, pero llegaba a 45,000 millones en diciembre de 2018, una elevación de más de 7,000 millones de lempiras.

Hasta el décimo mes del año, las cuentas con los proveedores ascendían a 14,000 millones de lempiras. En diciembre de 2018, esta cifra era de 11,500 millones.

Y la deuda externa e interna de largo plazo pasó de 32,300 millones de lempiras -a finales de año pasado- a 33,600 millones de lempiras, a octubre de 2019.

Los conocedores de la materia energética coinciden en señalar que la problemática de la ENEE es como un "rompecabezas" que no puede ser armado.

¿Y qué hay que analizar de la situación de HONDUTEL? Está en un callejón sin salida. Se proyecta que la institución cerrará el presente período con un déficit de al menos 400 millones de lempiras.

Cada mes, la institución de las telecomunicaciones suma una pérdida no menor a los 15 millones de lempiras; entre otras causas, por la baja en el número de clientes que masivamente se han desconectado del sistema y por la competencia aplastante de las compañías privadas de comunicación celular.

Datos procesados hasta agosto de 2018, revelan que HONDUTEL había perdido unas 370,000 líneas de telefonía fija en una década, 37,000 cada año.

De conformidad con los datos proporcionados por el Sindicato de las Telecomunicaciones, todavía se cuenta con una nómina de 300,000 clientes que facturan alrededor de 1,600 millones de lempiras al año.

Otro de los factores que explican el desfase de la estatal de telecomunicaciones es el impacto de los contratos colectivos de condiciones de trabajo.

Se agrega un elemento más: A pesar de su estado de agonía, HONDUTEL ha seguido haciendo efectivas las transferencias al Gobierno Central. Anualmente genera unos 300 millones de lempiras en tributos.

En el primer trimestre de este año, el Gobierno anunció que había entrado en acercamiento con técnicos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con el fin de evaluar la viabilidad de un esquema mixto que permitiese el ingreso de un socio estratégico.

Si no se adoptan las medidas para "revivirla", a HONDUTEL le quedan pocas semanas de vida. Lo mismo ocurre con la Empresa Nacional de Energía Eléctrica.