Más de dos mil pequeñas y medianas empresas han cerrado este año en Cortés. Entre cinco y siete negocios clausuran diariamente sus operaciones en San Pedro Sula, debido a la incertidumbre que se impone en el país.

Se estima que por cada emprendimiento que cesa en sus actividades, se pierden diez empleos directos. Los micro y pequeños empresarios han elevado su protesta, porque -según afirman- el Gobierno asumió el compromiso de fortalecer dicho sector de la economía.

Hasta ahora todo quedó en discursos, ya que los planes de asistencia financiera promovida por el Gobierno para las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES), nunca llegaron a concretarse, se han quejado los industriales de la zona norte del país.

Los factores que juegan en contra de las PYMES han hecho que los niveles de producción hayan caído a los niveles alcanzaos en 2009, lo que quiere decir que este sector ha retrocedido diez años.

Directivos de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés han acusado que la política que ha echado a andar la actual administración para incentivar la economía es equivocada.

¿Cuál es el sustento de tales cuestionamientos? A juicio de los industriales de la región norte la corrupción y la asfixiante política tributaria son las causas primordiales del clima negativo que rodea las actividades de las PYMES.

De un lado, las leyes vigentes parecen proteger a los corruptos y, de otra parte, el modo de operación de la institución recaudadora de impuestos se ha encargado a drenar recursos de la economía hacia el sector público.

Justamente son los fondos que hacen falta para generar empleo y circulante, han expresado los representantes de las PYMES y del sector industrial del país.