Dos hondureñas que salieron del país y decidieron emprender la ruta migratoria en busca del sueño americano fueron detenidas esta semana en McAllen, Texas, Estados Unidos.

Las catrachas aseguraron a las autoridades migratorias estadounidenses haber tomado la decisión para ofrecerle un mejor futuro a sus familias, pues en el país no han encontrado las oportunidades para lograrlo.

Una de las hondureñas, identificada como María Elena Morazán Cáceres, originaria de El Paraíso, al oriente del país, explicó las razones que la orillaron a dejar su tierra. "Si uno emigra, es por la situación en el país, no es fácil, es difícil por la extorsión", dijo una de las catrachas con lágrimas en sus ojos".

Por su parte, la otra hondureña, María Elena Morazán, manifestó que iba en busca de un buen empleo, que le permitiera darle mejores condiciones a sus dos hijos; uno de 11 años y el otro de 16 años de edad.

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Ambas salieron del país junto a centenares de compatriotas en las denominadas caravanas migrantes, que se forman en San Pedro Sula, al norte de Honduras, y recorren Guatemala y México hasta llegar a la frontera estadounidense para intentar entrar de manera ilegal a suelo dominado por el presidente Donald Trump.

Según expertos, las caravanas son el reflejo de la profunda desigualdad socioeconómica que arrecia contra la mayoría de la población hondureña. "Es un éxodo que desnuda a Honduras como un país expulsor de su gente".

El 15 de enero de este año partió una nueva caravana de migrantes hondureños, conformada por hombres, mujeres, ancianos y niños, quienes se enfrentan a los peligros en la ruta del ansiado sueño americano.

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