Hemos iniciado septiembre, el mes de la patria, de la identidad nacional y de la renovación de los votos cívicos.

En su definición más simple, el civismo se refiere al comportamiento de quienes son parte de un conglomerado y, como tales, están sometidos a sus deberes de ciudadanos.

Esta condición es imprescindibles para el desenvolvimiento correcto de la sociedad, la armónica convivencia y el bienestar de todos los miembros de la comunidad.

La reflexión es propicia cuando nos encontramos en plena fiesta. En la Corporación Emisoras Unidas-Televicentro, hemos tomado como propia la premisa "Honduras Primero", fundamentada en el compromiso de trabajar incesantemente por el engrandecimiento de nuestra nación.

La patria que demanda de nosotros un profundo sentido de que pertenecemos a este suelo bienaventurado. El lazo afectivo que nos une a la Hibueras debe avivarse, especialmente porque nos encaminamos a festejar, en 2020, el bicentenario de nuestra emancipación.

Rendimos tributo a la pródiga tierra donde nacimos, 198 años después de haberse proclamado la libertad, soberanía e independencia de nuestra Honduras.

Yendo más allá de los actos protocolarios que son preparados cada año para rememorar con toda solemnidad nuestro nacimiento como patria soberana, es un deber cívico defender nuestra identidad y procurar siempre el progreso de nuestra patria.

En la búsqueda de tal cometido, es una exigencia que regresemos a nuestras raíces y que nos situemos en el exacto entorno histórico desde nuestra época precolombina hasta el momento en que se da luz al pensamiento libertador de nuestros próceres y héroes.

Hemos de mantener en alta estima las ideas firmes, las convicciones indoblegables y la obra virtuosa que nos heredaron estos preclaros hombres que amaron a Honduras sin condiciones y que soñaron con su desarrollo integral.

La honestidad, la dignidad, la tolerancia, la equidad, la justicia, la paz y el respeto son, en su conjunto, los valores que en nuestra condición de ciudadanos debemos conservar, practicar y transmitir de generación en generación. Es nuestra alta responsabilidad ante el altar de la patria.

¡Unidos marchemos hacia una Honduras honrada por sus hijos, soberana por declaración y libre por derecho y justicia, a la luz de nuestra indeleble nacionalidad e identidad catracha!

Festejemos los 198 años de habernos constituido en un país que siempre va adelante, seguros que "si cambiamos los hondureños, Honduras cambia".

Con orgullo celebremos nuestra emancipación, porque "¡Honduras es Primero"!