La ruina de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), es expuesta en las reuniones entre miembros del Gabinete Económico y técnicos del Fondo Monetario Internacional.

Funcionarios hondureños encargados de llevar adelante la propuesta de rescate de la ENEE y de transformar todo el sub-sector eléctrico, han aceptado que existen tibios avances en la reforma institucional, pero no como debería.

En este mismo sentido, se ha dejado entrever que hay intereses que bloquean el camino hacia la conversión del rubro eléctrico en un mercado competitivo.

Esta evolución pasa por dos temas que no pueden ser separados uno del otro: La revisión de los contratos de generación y la separación de la ENEE en varias unidades.

Hasta ahora no fue posible ajustar el costo de los contratos de generación. Las presiones han ido en escalada, favorecidas por una resistencia de los desarrolladores para disminuir su margen de ganancias.

La compra de energía, tanto térmica como renovable, tiene un impacto fuerte sobre las maltrechas finanzas de la ENEE, entidad ésta que arrastra una mora acumulada de 500 millones de dólares con los generadores.

Sumado a este balance, la recuperación de las pérdidas no ha mostrado los resultados esperados. A juicio de entendidos, las finanzas de la ENEE no podrán volver a su curso mientras no se reduzcan los perjuicios ocasionados por el robo y el no pago del consumo. La entidad pierde el 37 por ciento de sus ingresos.

Suman los males: Las inversiones en el rubro de la energía eléctrica están en riesgo, a causa de la desaceleración económica y la acumulación de las cuentas pendientes con los generadores. 

En el corto plazo la empresa sufrirá un proceso de división en tres unidades de negocios autónomas. Del tronco de la ENEE emergerán las empresas de Generación y Comercialización (EGECO), de Transmisión y Operación (EMETO), y de Comercialización y Distribución (EDECO).

El desbalance de la ENEE tiene una importante contribución en el déficit fiscal del país, lo que vuelve urgente que se hagan esfuerzos importantes encaminados a enderezar sus estados de cuenta.