Estamos en la víspera de la fecha en la que celebramos el nacimiento del Redentor del Mundo.

Buena es esta ocasión para realizar un examen y conocer cuánto nos hemos alejado del significado de esta época y cómo nuestra sociedad es más violenta, menos sensible, ayuna de piedad, solidaridad e indiferente al clamor del prójimo.

Los hondureños somos arrastrados por muchas dificultades estructurales vinculadas con la pobreza, la corrupción y la inaceptable violencia criminal que desborda.

Necesitamos volver en sí y reconocer que hemos observado un comportamiento apático frente a los problemas de nuestro país y que hemos hecho nuestra la gastada frase "dejar hacer, dejar pasar".

En esta Hibueras, debemos trabajar con pasión en el replanteamiento de nuestra esencia de vida y consolidar la unidad por encima de las divisiones, de los odios y de las rivalidades encarnizadas.

Necesitamos encontrar nuestra esencia humana, nuestro íntimo sentido de alcanzar la concordia, la tolerancia, el respeto, y la fuerza para luchar contra las adversidades.

Esa es la gran comisión que es urgente abrazar como corresponde a todo pueblo que se precie de ser amante del consenso, de la lucha legítima y de la permanente búsqueda de oportunidades equitativas de desarrollo.

Al ritmo de los mensajes que nos saturan estos días previos a la Nochebuena y a la Natividad, es sano para nuestro espíritu que el contenido de los mismos calen en nuestras intenciones y acciones.

En oportunidad de las fiestas de la natividad, la invitación está abierta para que los hondureños nos unamos, no sólo de palabra, en un bloque dirigido a hacer vivo el significado del nacimiento en el pesebre del Salvador del Mundo.

Esto es, hacer lo recto, lo justo y lo irreprensible. No descansemos en procura del bien común. ¡Dejemos atrás el egoísmo, el individualismo y todas aquéllas obras que son para condenación!

Porque la búsqueda de lo bueno nos exalta y regenera como seres humanos y como parte intrínseca de esta familia hondureña, llamada a sortear los malos tiempos y avanzar hacia la etapa del progreso.

¡Buenaventura en víspera de la Nochebuena para todos los hondureños!