• De acuerdo con los estudiosos de la economía y de las finanzas, las condiciones adversas que encara Honduras, obligan a construir una visión apoyada en un clima favorable para los negocios, políticas claras y acciones que permitan amortiguar los efectos del retroceso del Producto Interno Bruto.
  • El anunciado de la transnacional Chiquita Brands es un duro golpe para la economía. Antes lo hicieron las empresas Unilever, Trefica y Argos.

El reciente anuncio sobre el retiro de la transnacional bananera “Chiquita Brands” de Honduras, es un duro golpe para la economía nacional en la presente crisis.

Meses atrás habían comunicado igual decisión las empresas Unilever, Trefica y Argos por razones semejantes: El estrecho terreno de competitividad que ofrece Honduras, los opresivos tributos, los elevados costos de producción y los enredados trámites administrativos.

El impacto es mucho más severo en los actuales momentos de crisis, cuando la economía está deprimida y las expectativas no son nada satisfactorias en cuanto al crecimiento del Producto Interno Bruto.

De hecho, la inversión extranjera directa en Honduras cayó 1.5 por ciento, cerca de cinco millones de dólares, en el primer trimestre de este año, cuando todavía no se había declarado estado de emergencia sanitaria en el país.

Los reportes del Banco Central de esa fecha dan a conocer que en el período enero-marzo, la llegada de capital foráneo llegó a 297 millones de dólares, una cantidad menor a la suma de 302 millones de dólares que había sido reportada en el mismo período de 2019.

Las autoridades de la entidad rectora de las políticas monetaria y cambiaria, explicaron que este declive obedeció a una menor producción de bienes y servicios y a las medidas de contención del nuevo virus.

Todo esto derivó en la cancelación o suspensión de programas de inversión, la disminución en los precios internacionales de materias primas y otras consecuencias.

A finales de 2019 los economistas habían advertido sobre un flujo más bajo de inversión en el presente año con regulares efectos sobre el crecimiento del Producto Interno Bruto.

Dos mil diecinueve también fue un año negativo para la llegada de recursos externos, ya que la caída fue de 48 por ciento.

La meta que se había fijado para dicho período era de alrededor de 1,300 millones de dólares. En 2018 la entrada de inversión extranjera llegó a un poco más de 1,220 millones de dólares.

De acuerdo con los estudiosos de la economía y de las finanzas, las condiciones adversas que encara Honduras, obligan a construir una visión apoyada en un clima favorable para los negocios, políticas claras y acciones que permitan amortiguar los efectos del retroceso del Producto Interno Bruto.