La inversión pública tendrá una designación de 25,200 millones de lempiras que serán concentrados en los renglones esenciales, según lo explicado por funcionarios de la Secretaría de Finanzas.

Esa proyección de fondos se ha establecido para cumplir con la finalidad de incrementar la productividad y promover la competitividad, mediante la ejecución de programas y proyectos en los rubros de carreteras, protección social, salud, educación, desarrollo, seguridad, energía y ambiente.

Al sector de infraestructura vial serán dirigidos 9,600 millones de lempiras distribuidos en 14 proyectos de construcción de carreteras y finalización de los corredores Pacífico, Turístico y Logístico, además de dos nuevas obras: El tramo Tegucigalpa-Danlí, la ruta Neteapa-Danlí y el libramiento del Anillo Periférico CA-5 Sur.

Otra suma de 5,700 millones de lempiras irán para el sector de protección social, con énfasis en la entrega de las Transferencias Monetarias Condicionadas con Responsabilidades en Salud y Educación.

El Programa de Reducción de la Pobreza contará con un fondo de 4,500 millones de lempiras, en el renglón de la salud serían invertidos 1,200 millones de lempiras y para educación está prevista una asignación superior a los 1,200 millones de lempiras.

Se supone que esta suma será destinada específicamente para programas de infraestructura escolar y planes de formación para emprendimiento y elevación de la calidad de la educación.

La partida de inversión pública prevista para el año entrante representa el 3.9 por ciento de Producto Interno Bruto (PIB) y el 8.9 por ciento del presupuesto total.

Se asume que el uso óptimo de los recursos destinados a las actividades esenciales tendrían que ser reflejados en beneficios económicos y sociales para la población de manera oportuna, eficaz y sostenida.