La violencia criminal en sus distintas expresiones se ha elevado este año, lo que significa que las acciones contra los grupos delictivos no tuvieron los resultados esperados.

Un informe del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional resalta que 2019 cerrará con un tasa de 42.8 por cada cien mil habitantes, menor al índice de 41.4 registrado en 2018, una elevación de un punto y medio.

Los hechos más destacados como manifestaciones de la inseguridad siguen siendo los crímenes de alto impacto que generan miedo entre la población, agrega el estudio.

El desmembramiento de las víctimas, los cuerpos encostalados y los homicidios múltiples o masacres, son utilizadas como prácticas por parte de los narcotraficantes y las maras y las pandillas para demostrar su poder.

Los sucesos de más significación se han centrado en el sector transporte, con 125 muertes violentas. Además, se cuentan más de un centenar de encostalados y un número por encima de los 80 estudiantes ultimados.

Cerca de 70 guardias de seguridad aparecieron asesinados, otras 31 víctimas fueron desmembradas, tres decenas de agentes de la Policía Nacional resultaron ultimados e, igualmente, una docena de comunicadores y abogados pagaron su factura mortal.

Cabe mencionar que casi el 80 por ciento de los homicidios fueron cometidos con armas de fuego, un índice que ha sido constante en los últimos años.

Y un 34 por ciento de las muertes ocurrieron en el contexto de ajustes de cuentas, por lo que se califican dentro de la categoría del "sicariato", concluye un análisis del Observatorio de la Violencia.

Más del 50 por ciento de las víctimas son jóvenes que se sitúan entre cero y 30 años de edad. Los más afectados pertenecen a personas del sexo masculino.

El Distrito Central en Francisco Morazán, San Pedro Sula y Choloma en Cortés, y El Progreso, Yoro, son las ciudades con mayor incidencia de la criminalidad en el país.