La Secretaría de Finanzas enviará en los próximos días el proyecto de Presupuesto de Ingresos y Egresos de la República, pero antes de que la dicho instrumento sea aprobado, los empresarios han elevado una demanda uniforme.

Los miembros de la iniciativa privada han sido enfáticos. En comparecencias públicas y a través de sus redes sociales, representantes de la cúpula de los inversionistas pidieron que el Presupuesto sea elaborado conforme reglas estrictas de austeridad.

El presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), Juan Carlos Sikaffy, ha recriminado que el plan de ingresos y gastos representa el 45 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que vuelve imposible un crecimiento sostenido.

¿Cómo se puede generar empleo donde no existe un Estado de Derecho, ni simplicidad administrativa y más bien se imponen la corrupción y la elevada carga tributaria?

Esa pregunta la ha formulado el director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés, Pedro Barquero, pero ha levantado polvareda entre funcionarios de la Administración Central.

La ministra de Finanzas, Rocío Tábora, ha replicado textualmente: "Cuando se quiere trabajar no se necesitan pretextos. En otros tiempos lloraban por falta de políticas fiscales y monetarias estables y por seguridad".

Estudiosos del Foro Social de la Deuda Externa (FOSDEH), y del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales de Centroamérica, han hecho notar en sus informes la falta de prioridad, equidad y distribución ordenada del Presupuesto de la República.

Los expertos en finanzas han insistido en que el plan de ingresos y gastos de Honduras tendría que ser reajustado para obtener un doble propósito de sostener la salud fiscal y mejorar la realidad socioeconómica del 68 por ciento de los hondureños que se debaten en la pobreza.

En los últimos diez años el Presupuesto ha experimentado un alza de más de cien por ciento, porque se ha movido desde 111,000 millones a más o menos 245,000 millones.

El comportamiento se ha mantenido y, por lo mismo, los organismos especializados en finanzas cuestionan que el Presupuesto no sea elaborado desde una visión de planificación para el desarrollo.