En menos de 24 horas hubo cuatro soterrados, lo que se suma a otras cuatro víctimas mortales. Niveles de alerta se mantienen en todo el país. Aún hay riesgos.

Cuantiosos daños personales ha dejado a su paso la baja presión que afectó al país en los últimos días. Ocho personas perdieron la vida en medio de la emergencia, aunque las autoridades reconocen oficialmente seis, a la espera de los informes finales de Medicina Legal.

La Dirección Nacional de Protección Civil presentó ayer un recuento de los daños que incluyen las víctimas mortales, al menos dos murieron al ser arrastrados por ríos y cuatro más soterrados en sus viviendas.

Las otras dos fallecieron en el municipio de Chiltiupán, y fueron identificados como Luis Rodríguez, de 68 años de edad, y María Magdalena Peñate, de 48 años.

Protección Civil aún reporta como desaparecido a Abel Antonio Guevara, de 61 años, un pescado que fue arrastrado por un río en Santa Rita, Chalatenango.

Las autoridades han activado 17 albergues con 1,850 personas resguardadas. “Pasamos de 13 albergues a 17 albergues con 370 familias, alrededor de unas 1,850 personas”, informó el director de Protección Civil, Orlando Tejada.

En otras emergencias, FOVIAL había atendido hasta ayer 135 deslizamientos de tierra y 58 árboles caídos y movilizaron más de 4,000 metros cúbicos de piedras y tierra. Por los deslizamientos e inundaciones se registraron 19 tramos viales afectados.

El ministro de obras pública, Romeo Herrera, aseguró que ya identificaron las arterias que después de que pase el fenómeno van a intervenir. “Con fondos que tenemos vamos a empezar a hacer diferentes trabajos, es decir, todo esto ya lo hemos contemplado en un plan conjunto con FOVIAL”, dijo el titular.

Por su parte, el ministro de medio ambiente, Fernando López, dijo que la baja presión que afectó al país ya estaba moviéndose hacia el Istmo de Tehuantepec, México, por lo que las lluvias tipo temporal disminuirían.

Daños en cosecha

La Asociación Cámara Salvadoreña de Medianos y Pequeños Productores Agropecuarios (CAMPO) estima que se han perdido unos 183,060 quintales de frijol a causa de las lluvias, lo que corresponde al 10 % de la producción esperada de la segunda siembra o “postrera”.

CAMPO estimaba una producción de 1.8 millones de quintales de frijol en la postrera de un total de 2.4 millones en todo el ciclo 2018-2019. Las pérdidas por lluvias son más fuertes en la zona occidental, con 64,139 quintales y en la zona central, con 65,080.

En la paracentral estiman pérdidas de 23,815 y en oriente, 30,025. Ahuachapán, La Libertad, Cuscatlán y Santa Ana son los departamentos con más pérdidas, de acuerdo a la gremial. Fuente: La Prensa Gráfica