No es posible aliviar el peso de la deuda pública. Para Honduras es una cadena que arrastra a la mayoría de la población a la pobreza, a la vez que debilita las posibilidades de la plataforma productiva y de la economía nacional.

Un informe del Banco Central explica que al primer semestre de este año, el endeudamiento (interno y externo) alcanzó la cifra de 11,600 millones de dólares, correspondiente con el 47 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Respecto a 2018, este monto se elevó en alrededor de cien millones de dólares, ya que el año pasado la deuda del país alcanzó la suma de 11,500 millones de dólares.

En el intervalo 2012-2019, la suma total de la deuda pública pasó de 6,400 millones de dólares a 11,600 millones de dólares, un crecimiento de 5,200 millones de dólares, más del 80 por ciento.

En los primeros seis meses de 2019, Honduras negoció desembolsos por 830 millones de dólares de parte de organismos multilaterales y un préstamo por 75 millones de dólares.

La mayor parte de la deuda pública ha sido contraída por el Gobierno Central, otro monto lo obtuvieron las empresas públicas no financieras y las instituciones financieras, según se establece en un informe de la institución que rectora la política monetaria del país.

Para finalizar, el informe del BCH destacó que el servicio de la deuda pública entre enero y junio alcanzó los 957,1 millones de dólares. De esa cifra, 801,5 millones fueron para el pago de capital. Y 155,6 millones a intereses y comisiones.

Los economistas apuntan que el endeudamiento de Honduras es "demasiado alto", porque es equivalente al 50 por ciento del Producto Interno Bruto.

Para los entendidos en finanzas, esto es preocupante por una razón: Honduras debe destinar la mitad de su producción al pago del endeudamiento. De hecho, el país destina entre 35,000 millones y 40,000 millones de lempiras a la atención del servicio de deuda.

En lugar de crear condiciones para la llegada de inversión, Honduras se ha endeudado más, afirman los críticos de la orientación que se le ha dado a la política fiscal.

Al final, las deudas asfixiantes adquiridas por el país repercuten en la falta de fondos disponibles para atender las demandas de salud, educación y otros servicio básicos a que tiene derecho la población.

Contrario a los informes del Banco Central y de la Secretaría de Finanzas que sitúan el endeudamiento en 11,600 millones de dólares, instituciones independientes como el Foro Social de la Deuda Externa (FOSDEH), estiman dicha suma en 15,000 millones de dólares.