El derrumbe de las finanzas de la Empresa de Energía Eléctrica se acentuó más en 2017, a causa de la colocación de un bono    soberano por 700 millones de dólares que fueron reasignados a la institución para hacerle frente a sus compromisos.

No es leve el peso que ejerce el desbalance de las cuentas de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE).

Los entendidos en la lectura de los estados de las empresas públicas, han insistido en que el déficit y pérdidas de la estatal eléctrica representan el 11 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Las pérdidas técnicas de la ENEE llegan a 12,000 millones de lempiras. Los estudios señalan que no es capaz de facturar ni siquiera el 20 por ciento de la generación de potencia.

Esta condición se traduce en una pérdida anual de 7,000 millones de lempiras. La generación de 2,000 millones de kilovatios en cuatro centrales hidroeléctricas y su distribución no son suficientes para cubrir el desequilibrio de la ENEE.

Hasta octubre de 2019, el déficit acumulado sobrepasaba los 52,000 millones de lempiras, pero en diciembre de 2018 era de 45,000 millones de lempiras. Esto significa que en diez meses, el balance negativo entre los ingresos y los gastos aumentó en más de 7,000 millones de lempiras.

Hasta el décimo mes del año, las cuentas pendientes con los proveedores ascendían a 14,000 millones de lempiras. En diciembre de 2018, esta cifra era de 11,500 millones.

Y la deuda externa e interna de largo plazo pasó de 32,300 millones de lempiras -a finales de año pasado- a 33,600 millones de lempiras, a octubre de 2019.

Un informe del Tribunal Superior de Cuentas hace hincapié en que la deuda externa de la ENEE se elevó de manera exagerada y sostenida en los últimos tres años.

El derrumbe de las finanzas de la Empresa de Energía Eléctrica se acentuó más en 2017, a causa de la colocación de un bono soberano por 700 millones de dólares que fueron reasignados a la institución para hacerle frente a sus compromisos.

Por esa misma causa, la deuda contratada con los tenedores de bonos y las obligaciones se incrementaron en 62 por ciento a partir de 2017. El empréstito de 700 millones de dólares tiene una fecha de vencimiento en enero de 2027, una tasa de 6.25 por ciento anual.

Al término de tal financiamiento el Gobierno Central habrá pagado más de 28,000 millones de lempiras, de los cuales 11,000 millones de lempiras corresponderán a intereses.

El informe del Tribunal Superior de Cuentas subraya que a la fecha se han realizado tres pagos de cuotas a cuenta de intereses por la suma de 65.6 millones de de dólares.

Este valor ha sido reembolsado por la ENEE a favor de la deuda pública y posteriormente pagados por la Secretaría de Finanzas al organismo tenedor del bono.

La gestión para la contratación del mismo significó para la agonizante institución 69.3 millones de lempiras. Como se sabe, el bono fue reasignado a la ENEE para ser destinado al pago de compromisos devengados y no pagados del ejercicio fiscal 2016 y de años anteriores.

Asimismo, estos recursos fueron orientados al rescate anticipado de emisiones de valores por la empresa estatal en el mercado interno, pormenoriza el análisis del organismo contralor.

El estado financiero de la ENEE refleja un elevado endeudamiento a corto plazo y las cuentas por pagar de ejercicios anteriores. No se observa una mitigación de riesgos para evitar el crecimiento de compromisos en cada gestión.

La empresa no ha podido salir de sus números en rojo y los entendidos aseguran que si no encuentra de inmediato una salida, no será posible volver a la vida a la ENEE que hace mucho tiempo entró en sus estertores.