Ante la declaración de Estado de Emergencia Sanitaria por el covid-19 decretada por el Gobierno de la República de Honduras, la Red COIPRODEN se ha mantenido en constante monitoreo y seguimiento de los casos de niñas, niños, adolescentes y jóvenes que han resultado positivos por el COVID-19.

Hasta el día de hoy 01 de abril 2020 se contabilizan los siguientes casos:

• 11% (24 casos) / 9 niñas y 15 niños (0-18 años)
• 21% (47 casos) / 16 mujeres y 31 hombres (19-30 años)

Es preocupante el número de casos positivos de personas entre los 0 y 30 años de edad, ya que representan un 32% (71 casos), lo que significa que hay que redoblar los esfuerzos para fortalecer aún más el sistema sanitario en Honduras y la responsabilidad que como sociedad debemos asumir para evitar que se siga propagando esta pandemia.

Los riesgos a los que la niñez y juventud se enfrentan en situaciones de emergencia tienen un impacto devastador en su bienestar, seguridad física, psíquicos y en su futuro.

Vemos con suma preocupación la agudización de vulneración de los derechos de la niñez y la juventud en las decisiones y acciones de respuesta humanitaria en atención a la emergencia, por parte de las instituciones que conforman el SINAGER, y la indiferencia de los entes gubernamentales garantes de la protección integral de los derechos de la niñez y juventud.

Estamos conscientes que esta es una emergencia de dimensiones no esperadas, sin embargo, creemos que esta puede ser una oportunidad para replantear y fortalecer la institucionalidad pública, los sistemas integrales de garantías de derechos de la niñez, y la focalización de inversión pública con enfoque basado en derechos humanos.

Exhortamos al Estado de Honduras:

  1. Cumplir y hacer que se cumpla, el principio de la no discriminación, Enfoque de género y acciones afirmativas, de la Ley del SINAGER que cita “El Sistema Nacional de Gestión de Riesgo debe priorizar la atención de las niñas niños y adolescentes velando por que prevalezca el interés superior de estos en todas las actividades que se realizan en pro de la prevención y atención de desastres.
  2. Incorporar el enfoque de derechos humanos en la asistencia humanitaria en la alimentación que se está entregando a las familias, considerando alimentos nutricionales para las niñas y niños menores de 5 años. Así mismo, proporcionar a cada familia un kit básico de higiene personal y de protección al contagio del virus.
  3. Diseñar e implementar a la mayor brevedad un plan de acción para activar la economía informal y de subsistencia de familias en situación de pobreza y pobreza extrema, que les permita el acceso y compra de alimentos e insumos para sus necesidades básicas y de sobrevivencia.
  4. Reiteramos nuestra demanda para habilitar y dotar de recursos en los centros de salud, hospitales y unidades de atención psicológica para dar respuesta a los problemas emocionales de stress, ansiedad o pánico que puedan presentar las NNAJ y sus familias causados por la emergencia.
  5. Reiteramos que se debe despolitizar cualquier ayuda humanitaria que sea entregada a las familias hondureñas, ya que este es un momento de obligatoriedad del Estado para con los sectores colocados históricamente en una posición de vulnerabilidad.