Un fracaso ha sido el voto de los hondureños que viven en el exterior. Las cifras son conocidas: En los cinco últimos procesos, apenas 13,000 compatriotas han ejercido el sufragio.

De este dato se obtiene que cada voto depositado por los emigrantes que han participado en las justas democráticas le ha costado al país cerca de 5,000 lempiras.

Un estudio regional comparativo señala que en las justas de 2013 y 2017, la participación en el ejercicio del voto fue de un poco más de tres millones de ciudadanos, en promedio.

De ese total, solamente acudieron unos 4,0000 connacionales que representan 0.12 por ciento, un índice insignificante en relación con los fondos invertidos para involucrar a los emigrantes en el derecho a elegir.

Los datos de los otros países de Centroamérica son un tanto semejantes. Por ejemplo, en los comicios celebrados por los salvadoreños en 2014, revelan que ese año la asistencia llegó a 2.7 millones y la participación en el exterior ascendió a 2,700 ciudadanos, 0.10 por ciento.

Los organismos electorales salvadoreños apuntan que menos personas residentes fuera del país logran entrar en el padrón electoral y que los votos efectivos o válidos tienen una baja representación porcentual.

En los años 2014 y 2019, los votos en el exterior nada más llegaron a 3,000 ó 4,000 en cada uno de tales procesos para la elección de autoridades del país.

En Guatemala, el Tribunal Supremo Electoral hizo oficial el pasado enero las elecciones generales que permitieron designar al presidente, vicepresidente, diputados y alcaldes para el periodo 2020-2024.

En la proclamación de esa fecha se anunció el derecho al voto de los guatemaltecos que viven en el exterior solamente para presidente y vicepresidente en una primera etapa, calificado como un gran logro por el que se había luchado desde 1995, cuando se llevó a cabo una consulta simbólica en Los Ángeles.

En lo que compete a Costa Rica, se sabe que en 2018 casi 32,000 ciudadanos de ese país tuvieron la posibilidad de votar en el extranjero en 52 consulados establecidos en 42 países.

En 2014, el registro electoral fue de tres millones, el padrón electoral para el sufragio en el exterior sumó 12,600, el 0.41 por ciento. Para esas justas, la participación electoral fue de dos millones, de los cuales la asistencia en el exterior nada más llegó a 2,771 ciudadanos, el 0.13 por ciento.