El mundo se engorda a pasos agigantados, al punto que el sobrepeso y la obesidad son un problema de salud pública en la mayoría de los países. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el 2016 el 39 por ciento de los adultos tenía sobrepeso y el 13 por ciento eran obesos.

Como el problema desborda lo colectivo y cae en lo personal, muchas personas tratan de todas las formas posibles de bajar de peso y en esta carrera aparecen inescrupulosos, falsos influenciadores, dietas y productos milagrosos y recetas populares (algunos inocuos y otros muy peligrosos) que al final tienen más pinta de estafa que de cualquier otra cosa porque sencillamente no pueden cumplir lo que prometen.

1- “Sudar es grasa que se quema”: El transpirar solo se pierde agua que se puede recuperar fácilmente con la ingesta. Y aunque al eliminarla se pueden perder unos gramos esto no quiere decir que se haya quemado ningún tipo de grasa. 

2- “No comer carbohidratos es vía directa a bajar de peso”: No son los carbohidratos por sí solos los que hacen aumentar de peso sino el exceso de calorías en el día a día. 

3- “Comer solo productos light hace bajar de peso”: La denominación “light” que se le da a algunos alimentos no significa que estén libres de azúcar, grasa o calorías, y de ninguna manera garantiza que sea más sano que otros productos.

4- “No coma en la noche que lo engorda más”: Dejar de comer en la noche altera de forma significativa el metabolismo, con bajos índices de azúcar en la sangre que pueden impulsar en la próxima comida a comer más de la cuenta o a experimentar una necesidad casi compulsiva por los elementos dulces. 

5- “Esa faja le baja la barriga”: Increíblemente, aún existe gente que cree que apretar el cuerpo con elementos externos elimina grasa localizada, no se ha demostrado de ninguna manera que, además de proyectar un efecto visual, dichos artículos tengan beneficio en la intención de reducir el peso.

Fuente: Globovisión