El síndrome de Prader-Willi es una patología que afecta a 1 de cada 15.000 nuevos nacimientos y a unas 3.000 personas, no tiene cura, pero que con el debido tratamiento se puede evitar que su futura hiperfagia (o deseo incontrolable de buscar comida) desemboque en un problema de obesidad.
Para evitar esto, las personas que lo padecen deben estar permanentemente a dieta y llevar una vida lo más sana posible.
Dado que, además de la hiperfagia, los pacientes con Prader-Willi tienen más facilidad que el resto a la hora de ganar peso al poseer un metabolismo menos eficiente para quemar calorías y una mayor descoordinación física.
Además de la hiperfagia, el síndrome de Prader-Willi también causa una gran variedad de síntomas asociados al mal funcionamiento del hipotálamo, dado que es un área del cerebro que produce hormonas para controlar la temperatura corporal, los estados de ánimo o el ciclo del sueño. Con información Globovisión
