Los servicios de enseñanza superior en el sector privado se han diversificado, pero falta afinar las orientaciones y los contenidos de la oferta académica para colocarla en sintonía con la demanda del mercado laboral.

Como se sabe, en el país funcionan veinte universidades. El 60 de la población está matriculada en seis universidades públicas y el 40 por ciento se encuentra registrada en 14 establecimientos privados.

En los últimos años se ha mantenido la tendencia de crecimiento de la masa estudiantil en los campus privados.  Se sabe que el 11 por ciento de los alumnos de gestión privada asisten a la Universidad Tecnológica Centroamericana (UNITEC) y el ocho por ciento lo hace en la Tecnológica de Honduras (UTH).

Un porcentaje similar de los jóvenes inscritos en el nivel superior pertenecen a la Universidad Católica y el resto se distribuye en las otras 11 instituciones privadas.

Un informe destaca que las principales instituciones de educación superior privadas tienen una oferta de al menos 200 opciones entre licenciaturas, técnicos, maestrías y doctorados.

En el grado de licenciaturas se destacan las áreas de ingeniería en negocios, ecoturismo, comunicación social, marketing y negocios, gestión y contaduría, derecho, diseño gráfico, auditoría e informática.

En la plataforma de post-grados figuran las disciplinas de gestión de proyectos, trabajo y protección social, planificación urbana, ingenierías, economía y finanzas, mercadotecnia estratégica y gerencia social, entre otras asignaturas del conocimiento.

Los estudios de perfil de la enseñanza superior del país apuntan que el 30 por ciento de los estudiantes optan por las carreras afines a la administración de empresas y derecho.

Un 15 por ciento de los jóvenes universitarios se inclinan por las ingenierías, la industria y la construcción, en tanto que el 12 por ciento se inscriben en los programas de ciencias sociales, periodismo e información.

Otro porcentaje semejante se decide por las áreas de salud y bienestar, seguido por un 11 por ciento de la población de enseñanza superior que prefiere obtener formación en el área pedagógica.

Un ocho por ciento se matricula en los planes de información y comunicación, ciencias naturales, matemáticas y estadísticas. Otro seis por ciento optan por el pensum académico de las carreras de artes y humanidades, en tanto que un cinco por ciento se decanta por áreas de servicio.

El problema sigue siendo uno: La política de la educación superior no está conectada con los otros niveles, lo que influye en una gestión pobre de los planes de estudio y en la falta de pertinencia para impulsar la formación de profesionales en las carreras del futuro que necesita Honduras para su desarrollo.