Ana Julia Quezada asesinó al nene de ocho años Gabriel Cruz, hijo de su expareja, el 27 de febrero de 2018 en la finca familiar de Rodalquilar en Almería, España. Según constató la Justicia, lo “lanzó contra el suelo o pared de la habitación de forma intencionada, súbita y repentina" y lo hizo consciente de su "superioridad" por diferencia de edad y por complexión.

Así lo determinó el jurado popular tras deliberar sobre las pruebas presentadas contra la acusada. En presencia de Ángel Cruz y Patricia Ramírez, padres del pequeño, y en audiencia pública, las siete mujeres y dos hombres que integran el jurado consideraron probado por unanimidad que "tras el impacto" la mujer "procedió con sus propias manos” a asfixiar a Gabriel “con fuerza, hasta vencer su resistencia y provocar su fallecimiento".

Asimismo, el veredicto declaró la culpabilidad de Ana Julia Quezada de dos delitos de lesiones psíquicas sobre Ángel Cruz y sobre Patricia Ramírez y de dos delitos de atentado contra la integridad moral de cada uno de los padres de Gabriel debido a su comportamiento con respecto a ellos durante los once días en los que se prolongó el dispositivo de búsqueda. Esto supone hasta 14 años de prisión adicionales, según las peticiones de cárcel realizadas por las acusaciones.

Sin embargo, el jurado popular descartó que Ana Julia -tal y como mantuvo la acusación particular- aumentase de manera deliberada e inhumana el sufrimiento del nene antes de asesinarlo. En este sentido, rechazó que haya pruebas que respalden que le diera "golpes, dejándolo aturdido" entre 45 y 90 minutos para después "taparle la boca y la nariz hasta llevarlo a la muerte".

Prisión permanente

La prisión permanente revisable fue introducida en el Código Penal español en la reforma de 2015, y ha sido aplicada hasta ahora en diez casos de asesinato.

Todos los condenados hasta el momento son hombres, de manera que Ana Julia sería la primera mujer a la que se impondrá esta pena en España.

La mujer reconoció que había matado al pequeño, pero aseguró que no fue premeditadamente. Ana Julia, que mantenía una relación sentimental con el padre cuando ocurrieron los hechos, fingió participar activamente en su búsqueda cuando se dio por desaparecido. El cadáver fue encontrado en su automóvil tras doce días. Fuente: TN