Los feminicidios han repuntado, un comportamiento que ha hecho que las organizaciones que luchan por el reconocimiento de los derechos de las mujeres elevan su voz de alerta.

Estos colectivos han exigido que se ponga fin a la violencia criminal contra las mujeres y que se termine con la impunidad que actualmente es de 96 por ciento; es decir, sólo uno de cada diez asesinatos es investigado.

Los datos procesados por los órganos de seguridad, resaltan que entre enero y octubre de 2019, han muerto en escenas horrendas 293 personas del sexo femenino, con un notorio ascenso en noviembre.

Y en los primeros diez meses de 2018 fueron reportados 310 asesinatos de mujeres a nivel nacional. De tales estadísticas se deduce que en Honduras una mujer es víctima de la inseguridad "irracional" cada 22 horas.

Yendo más en detalle acerca de lo que ha ocurrido en el presente año, se concluye que cuatro meses han sido los más nefastos, porque concentran el 51 por ciento de los feminicidios.

En abril, cayeron 39 féminas; en junio, la violencia arrebato la vida a 35; en agosto, la cifra subió a 40; y en octubre fueron documentados 37 cuadros.

En enero sucumbieron 25 mujeres; en febrero, fueron atrapadas 20 féminas en por las garras de la criminalidad; y, en marzo, les fue cortada su existencia a 18 mujeres, mientras en mayo se registraron 33 feminicidios.

En julio fueron asesinadas 24 mujeres y en septiembre corrieron la misma suerte 22 féminas, según consta en la información estadística de la Secretaría de Seguridad.

En el período entre 2009 y 2019, más de cinco mil mujeres han perdido la vida y, de este universo, por lo menos 4,800 casos han quedado sin investigación ni castigo para los responsables de tales actos.

Honduras figura entre los países con las tasas más altas de feminicidios a nivel del área centroamericana y de toda América Latina, lo que significa que nuestro país es territorio de alto riesgo para las mujeres.

Indistintamente de los motivos por los cuales cada 22 horas una mujer es asesinada en Honduras, es una obligación de las instituciones de seguridad y de investigación esclarecer estos casos con eficacia y que sean adoptadas las medidas que corresponden para ponerle fin a la escalada de violencia contra las féminas.