Una delegación oficial de Honduras viajará esta semana a Guatemala para coordinar las acciones conjuntas que se están implementando en el río Motagua a fin de contrarrestar la contaminación causada por los desechos y la basura en la cuenca.

La información fue brindada hoy por la comisionada Presidencial del Río Motagua, Lilian Rivera, quien detalló que desde 2015 se viene trabajando de forma conjunta con el Gobierno de Guatemala para abordar esta problemática que genera un impacto en el medio ambiente, el turismo y la calidad de vida de los habitantes que viven en los alrededores de la zona.

Rivera informó que, ante una posible llegada de residuos sólidos a las costas hondureñas, la delegación encabezada por ella viajará a Guatemala este viernes para conocer las medidas que las autoridades de ese país están implementando para tratar los residuos en la zona.

Asimismo, detalló que a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional se solicitará una reunión de emergencia para que la mesa técnica binacional coordine los esfuerzos conjuntos que se continuarán implementando en la cuenca.

La comisionada aseguró que ante una posible llegada de residuos a la costas hondureñas ya se cuenta con una Fuerza de Tarea integrada por la Comisión Permanente de Contingencias, la Marina Mercante, la Secretaría de Defensa Nacional y Mi Ambiente, que harán las labores de limpieza correspondientes en las playas.

Actualmente las costas hondureñas están limpias, producto de una serie de acciones implementadas por el Gobierno hondureño que contribuyen a la restauración y saneamiento de la cuenca priorizando la limpieza de las costas y a abordar la problemática de una forma integral.

Mediante las acciones de limpieza se ha recolectado un aproximado de 3.000 toneladas de desechos.

Estudios realizados indican que el mayor volumen de contaminación del río Motagua proviene de la ciudad de Guatemala, donde se origina una gran cantidad de desechos sólidos y aguas residuales colectadas diariamente.

Los desechos arrojados recorren 472 kilómetros sin tratamiento durante todo su camino hasta llegar a las costas de Omoa, Puerto Cortés, Tela, Utila y Roatán.